Este año estuve atenta para que no se me pasara la berrea.
La verdad es que me parece una de las demostraciones más impresionantes del poder de la naturaleza. Nuestro ciervo siente su llamada y como tal se esfuerza en transmitirla. Escuchar sus berreos en la oscuridad retumbando en todo el valle es una sensación difícil de explicar. Se me vienen a la mente dos palabras: poderío y fuerza.
Ahí os dejo una grabación del sábado por la noche. Subid los altavoces a tope, pues no sé por qué la grabación se oye algo bajo. Aún se escuchan los grillos, otro sonido nocturno que me encanta.
Que disfrutéis de uno de los sonidos más impresionantes de "mamá" natura.
5 comentarios:
Muy buenos berridos.
jejejejejeje...
Y eso que en la grabación se oye bajito. No sé por qué. Porque allí retumbaban!! Uah! Qué poderío!!!! :) Gracias Ars!!!! Saludos!
Que curioso, coincide la berrea natural con la de las Fiestas del Pilar...menudos berridos cerveceros se escuchan por la calle; creo que, más que atraer a las hembras las espantan jaja...
Bueno Mamen me alegra que disfrutaras de ese momento tan trascendental en la vida de los ciervos.
Saludos.
Estos sonidos ancestrales retumban aún más en nuestro interior, como un eco de la memoria.
Saludos.
.Sí Javier G! Yo prefiero estar entre los berridos naturales que entre los cerveceros. A mí no me busques mucho por ahí ;) Y sí que se disfrutó. ¿Cómo no? Saludos!
.Hola de nuevo FJBarbadillo. Tienes razón, es que estos sonidos los debemos tener grabados en nuestra psique desde hace tiempos inmemoriabes, de ahí que algo se nos remueva cuando los escuchamos. A mí me parecen de lo más poderoso.
Saludos!!!!!
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