lunes, 29 de septiembre de 2008

Cumbre en el Alto Rey

Pues como no tenía nada que hacer el sábado me dije, voy a subir una montañita, así, como el que va a comprar el pan. Y allá que nos fuimos, pasito a pasito, no sin poco trabajo, hasta la cima del Alto Rey (1.850 m.) al noroeste de la provincia de Guadalajara.

Dejando los coches cerca del pueblo llamado Gascueña se tarda unas cuatro horas en subir, está muy empinadito y como no seguimos un camino marcado sino que nos metimos por donde nos dió la gana atravesando vegetación cerrada y de todo, creo que tardamos algo más de la cuenta. A veces encontrábamos un sendero, a veces no. Ya llegando arriba es todo muy pedregoso. No me lo quiero ni imaginar nevado. En invierno debe de hacer allá arriba un frio que pela, aparte de que se formarán buenas placas de hielo y la ascensión será mucho más complicada.

Seguramente haya algún camino mejor que desde Gascueña, que permita acceder al Alto Rey sin complicaciones. Por donde nosotros subimos unos esquíes clavados entre las rocas te van guiando hasta la cumbre que llegas a odiar porque parece que está cerca pero no llegas nunca. Son los puntos de referencia a seguir para no perderte.

El monte del Alto Rey o Montaña Sagrada del Santo Alto Rey tiene su historia. Su cumbre está coronada por una ermita del siglo XII reconstruida en 1755, que se dice construyeron los caballeros templarios, aunque más peso toma la hipótesis de que fue fundada por monjes venidos del pueblo de Albendiego. Hoy se encuentra tristemente acompañada por unas cuantas antenas de telefonía, que afean enormentene el panorama y la dejan chiquita a su lado quitándole el protagonismo que se merece.



En su época sería un lugar ideal para meditar por sus excepcionales vistas y por la soledad que se respira en esta sierra tan descarnada.

Pues ahí está. Ruta recomendable si tienes ganas de destrozarte las piernas un rato.


Si quieres leer más sobre rutas pincha: RUTAS

viernes, 19 de septiembre de 2008

La Habana: una experiencia. PARTE III

Partes anteriores:
Parte I
Parte II
Parte IV
Parte V


He intentado terminar las entradas sobre La Habana aquí, pero el post se hace demasiado largo cuando incluyo las fotos, así que finalmente hablaré de cosas concretas para no extenderme mucho y concluiré el tema en otra u otras entradas.


Algunos detalles que escribo son para gente que desee viajar a La Habana y quiera saber cosas puntuales, quizá a muchos no os interese, pero lo hago también para dar otro tipo de información.


CASAS



Las casas de La Habana son preciosas, pero se caen a trozos.

La ciudad tiene una zona llamanda El Vedado, que sigue a Habana Vieja y Habana Centro. Allí están los hoteles más grandes con sus innumerables plantas, algún hospital enorme y casas residenciales de gente que tiene algo más de dinero. Es la zona de edificios altos que se ve según sigues el Malecón.

Detrás de El Vedado queda la zona de Miramar, que es zona de negocios donde se hospedan los políticos (incluído nuestro rey). Allí se alzan algún buen hotel y casas señoriales. Nada que ver con Habana Vieja y Habana Centro donde vive la gente normal del pueblo. Hay cubanos que ni siquiera saben de la existencia de este tipo de casas allá.

Sin embargo en Habana Vieja y Centro hay casas muy bonitas, que ya quisiéramos en España. Son casas coloniales que los españoles les dejamos cuando toda la ciudad estaba el auge. Eso sí, a partir de La Revolución, todo se quedó anclado y éstas se quedaron tal cual. El paso del tiempo se ha encargado de deteriorarlas y dejarlas como están actualmente porque nunca fueron ya mantenidas. El Estado no las mantiene y los habitantes no tienen dinero para hacerlo.

Ahora parece que se están reformarndo algunas, pero se cuentan con los dedos de la mano.

Me es curioso ver la influencia árabe. Qué cosas, los árabes invaden la Península ibérica, nos dejan su influencia arquitectónica, y nosotros la exportamos hasta Cuba. Quién le iba a decir a los árabes que su estilo iba a cruzar el charco. Las corrientes humanas son más importantes y tienen más poder de lo que nos pensamos.




También me fue curioso ver casas de lo más bonito -que aquí seguro serían edificios oficiales- con su ropa tendida como una casa cualquiera de barrio. La gente vive hasta en teatros abandonados, con lo cual ocurre lo mismo, ves la fachada de lo que fue un bonito teatro con su ropa tendida, totalmente deteriorada y en ruinas.

En algunas casas han crecido hasta árboles en el interior que salen por la ventana.




Interesante también es el barrio chino, cuya entrada se reconoce perfectamente. Lugar donde se concentra la mayoría de población inmigrante china que llegó a la isla hace muchos años (en 1850 llegaron a Cuba 150.000 chinos) y donde yo he visto por primera vez en mi vida un chino mulato.

La zona está igualmente deteriorada como las demás casas que no pertenecen al barrio chino, pero se nota la influencia en fachadas y hay algún que otro restaurante.




En La Habana muchísimas cosas son chinas, como las bicicletas de pasajeros -ya colgaré fotos- que recorren la ciudad, autobuses, y hasta las neveras que el gobierno está repartiendo entre las familias, cambiándoselas por las viejas, si es que éstas les funcionan. Si no funcionan tendrán que esperar que repartan a toda Cuba para que a ellos les toque una nueva (?). Entre los cubanos se comenta que son regalos del gobierno chino a Cuba. No os creáis que se las dan gratis, tienen que pagar una barbaridad por ellas comparando el sueldo que tienen, con lo cual los cubanos siempre están endeudados con su Estado.

Para concluir hay edificios emblemáticos que nos se pueden dejar de visitar como son entre otros el Capitolio, el Museo de la Revolución, El Edificio Bacardi o la Fábrica de tabaco Partagás.


MERCADILLOS

Los que más se encuentran son los de libros. Todos relacionados con La Revolución y con el Che, por supuesto.

Instrumentos musicales, artesanía en madera, coralina y coral negro también hay mucho (como decía la canción de Jarabe de Palo: "coral negro de La Habana", aunque no se referían a un collar sino a una tia muy flaca).

El mercadillo más barato y que más merece la pena visitar se encuentra junto al Castillo de la Real Fuerza. También tienen cuadros y figuras -coches típicos o camiones- hechas con las latas de bebida que mucha gente recoge de la basura. Cuando los ves unas cuantas veces rebuscando y acarreando un saco de latas viejas y piensas un poco ya caes a dónde van a parar.


LA MÚSICA




Una de las cosas que más me gusta y me atre de Cuba es su música, sobre todo porque tiene mucho de africana. Yo por ejemplo la diferencio enseguida de la salsa dominicana, tiene otro ritmo. El son cubano es el son cubano y la clave africana es un instrumento que me encanta, suena genial con un solo toque.

La música cubana es una mezcla de ritmos traídos a la isla por los colonizadores españoles, con mucho de cultura africana procedente de los esclavos negros y también en menor medida con cierta influencia asiática, concretamente china. Para muestra un botón: en los carnavales de Santiago es tradicional usar la llamada corneta china.

Para satisfacer la necesidad de deleitarse el oido no hay que ir muy lejos, pues la música resuena por muchos sitios, pero nosotros nos fuimos a El Gato Tuerto, en la zona de El Vedado, donde escuchamos música en vivo y tomamos unos mojitos - 1 CUC entrar por persona, 4 CUC aprox. la consumición-

Muy buen ambiente. Una especie de Celia Cruz -no es la de la foto, ésa fue tomada en el Museo Havana Club- nos acompañó gran parte de la noche. Hay que ver qué alegría tiene esta gente y qué marcha. Y esta mujer con la edad de mi madre se movía que daba gusto y nos hacía movernos a todos también.

La grabé en vídeo buena parte de su actuación pero es imposible colgarle, ocupa muchísimo.

A cambio dejo esta dirección de uno de los temas que más me gusta oir.

http://es.youtube.com/watch?v=5dRaU90RaM0

El vídeo no vale nada la pena pero podéis abrirlo en una nueva ventana, y escucharlo de música de fondo volviendo a ésta.

Otro sitio a donde todos los cubanos se empeñaban en que el turista tenia que ir era a La Casa de la Música, en la Calle Neptuno. Nunca fuimos. Demasiada insistencia. No sabemos bien qué se cocería allí pero no nos daba muy buena impresión la gente que te lo decía. Aparte en la guía leí que cuidado al salir del local por las calles oscuras que lo circundan. Así que no probamos suerte por si las moscas.

Muchos locales son de jineteras, pero puedes ir a tomarte una copa tranquilamente sin más.


TURISMO SEXUAL

Enlazando con lo anterior, Cuba es el país de turismo sexual por excelencia. En todos las partes se pueden ver parejas compuestas por mulatita y europeo. Hay que decir que el europeo más bien es de edad avanzada y que ellas son en muchos casos muy jóvenes.

Ellas no pueden subir a la habitación pero la mafia montada en torno al turista es importante.

La cosa funciona así: cuando has entablado amistad ella va a buscarte al hotel, no la dejan subir pero el recepcionista te llama a la habitación y te dice que una señorita quiere subir a verte.

-Ya sabe usted que ésto está prohibido.
-Si, claro.
-Pero podemos llegar a un acuerdo. Usted y yo negociamos una cantidad y dejo a la chica subir.

Y así todo el mundo chupa del bote.

Para la mujer supongo que también existe turismo sexual. Alguna pareja se veía, pero muchísimas menos. Éstas sorprendentemente eran de mujer blanca rubia, joven y guapa con negrito guapo. Estéticamente quedaban mucho mejor.

La conclusión final es que es una pena lo que las chicas aguantan por llevarse algún regalo o algo de dinero de los vejetes que hacen ostentación de todo lo que pueden y más para impresionarlas (cadenas de oro, tres o cuatro móviles...etc). Ojalá la situación económica cambie algún dia allí y no tengan que recurrir a eso.

Esto es todo amigos. ¡Próximamente más capítulos!



Grupo de chicas guapas grabando un spot publicitario

Forma sexy de parar un taxi

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Contra el Toro de la Vega

Como todos los años se llevó a cabo la barbarie contra el Toro de la Vega en Valladolid. Ya he expresado muchas veces en este blog lo que siento hacia estas fiestas y hacia el maltrato constante a estos animales.

Si tú también estás en desacuerdo copia esta carta y reenvía a las direcciones que aparecen más abajo, a ver si entre todos podemos acabar con este tipo de tradiciones retrógradas de la España profunda.



En esta imagen del año 2000 se observa claramente que la crueldad llega al límite pues las lanzas que tiran al animal le atraviesan el cuerpo de extremo a extremo.


Para saber más sobre la fiesta pincha aquí






El animal es lanceado salvajemente por la jauría humana que le rodea hasta que muere en medio de un gran sufrimiento.

Carta a enviar:

Sr. Alcalde y demás polí­ticos de Tordesillas:
Bajo el eufemismo de “tradición” y “cultura del municipio” Ustedes están manteniendo la vileza de torturar hasta su muerte a un ser vivo. Una tradición que desensibiliza al pueblo, embrutece la juventud y promueve lo que ya se conoce como “terrorismo cultural hispano”
Los que desde fuera vemos semejantes actos, no podemos menos que contemplar horrorizados este cruel espectáculo, indigno de un paí­s civilizado. El pueblo de Tordesillas merece otro tipo de polí­ticos capaces de tomar decisiones modernas y cultas!
Nombre:
DNI:
Paí­s:
Direcciones donde enviar:
ayto.tordesillas@dip-valladolid.es
soturmadrid@cict.jcyl.es
presidente_responde@cpat.jcyl.es
alfonso.fernandez@cpat.jcyl.es
turismo@tordesillas.net
iuvalladolid@iuvalladolid.org
conferenciaepiscopal@planalfa.es
Gracias por tu apoyo

viernes, 12 de septiembre de 2008

Pintadas Callejeras: Lisboa

Para no saturar tanto con Cuba, presento una pintada callejera que fotografié en Lisboa y que me hizo bastante gracia. Habla por sí sola. ¡Cuidado cuando vayáis a sacar dinero de un cajero, que los ladrones andan por todas partes!


Ésta otra la fotografié en el Barrio Alto. También tiene su gracia, han pintado toda la pared dejando solamente una pizarra para conservar lo que se pintó debajo.

Venga, ¿qué haceis ahí como pasmarotes sentados? ¡Que son casi las tres menos diez! ¡Hora de comer!

martes, 9 de septiembre de 2008

La Habana: una experiencia. PARTE II

Partes relacionadas:
Parte I
Parte III
Parte IV
Parte V


LA GENTE


La gente es lo mejor y lo peor de La Habana. Lo peor lo relaté en la entrada anterior y gira en torno a los "jineteros" y timadores, que están por todas partes al acecho. Sin embargo lo mejor de la Habana también es su gente, la gente normal del pueblo. Gente alegre y abierta.

En una semana no da mucho tiempo a conocer a nadie, aparte los turistas llegamos allá un poco cerrados ante el acoso de los "cazadores" y nos cuesta tomar confianza con quien sea, cosa que ellos no entienden mucho porque tienen un carácter totalmente distinto. Creo que eso hizo que me perdiera mucho de la gente normal. No sabes en quién confiar y en quién no.

Las personas mayores te suelen hablar sin tapujos y nunca te piden nada. Muchos son descendientes de españoles, hijos de padres que emigraron allá en su día, les alegra comprobar que los de acá les visitamos y te preguntan todo lo que se les ocurre. Algunos incluso nacieron en España, como la señora Mercedes, de ochenta y muchos años, que nació en Pontevedra. Nos llamó encantada cuando se dio cuenta de que éramos españoles, nos contó parte de su vida y hasta nos obsequió cantándonos unos chotis por ser de Madrid. No podía creer que ni nosotros nos supiéramos la letra, y al decirle que la gente joven aquí ya no cantaba esas cosas se apenó mucho. Qué maja la señora Mercedes. Nos plantó un par de besos así sin ton ni son.

Se dice que El Malecón es "el sofá de La Habana" donde sus habitantes se sientan a ver pasar la vida, y vaya si es verdad. Aparte es el entretenimiento de muchos que no tienen otra cosa ya que no tienen mucho dinero para gastar. El atardecer con el sol poniéndose es precioso, pena que no tomé ninguna - me quedé sin pilas -. Allí conocimos entre otros a Miguel padre y Miguel hijo, y que más bien parecían amigos.

Bebiéndose su botella de ron nos contaron sus cosas y finalmente querían llevarnos a no sé qué fiesta de santería africana. Vete tú a saber para qué; el caso es que tienen mucha tradición africana, no en vano la población negra es descendiente de esclavos africanos.


Nos dejaron ver que entre ellos también hay racismo, los más oscuros de piel nunca dan la cara al público, trabajan en labores más bajas que los mulatos o blancos.



Para empaparse del espíritu afrocubano, nada mejor que dejarse caer por el Callejón de Hamel, decorado por Salvador González, con murales coloridos y esculturas realizadas con materiales de deshecho. Conocimos entre todo este ambiente a Lorenzo, un negrito con el que mi compi aparece charlando en el vídeo. Tenía muchas ganas de conocer México y España, pero bien es sabido que los cubanos no pueden salir de su país así como así, y tú eres su único contacto con el exterior así que intentan saber de otros países preguntándote a tí, que puedes moverte libremente.

La verdad que es una pena. La gente es bastante culta, y una persona que puedas pensar que por su aspecto no tiene demasiada cultura, cuando entablas conversación te sorprende. De hecho nos sorprendimos muchísimas veces. No me refiero a Lorenzo, sino a otras personas que conocimos. A él se le veía un chaval bastante majo, me arrepentí de no tomarnos ningún tipo de dirección para seguir manteniendo el contacto.





El vídeo está fatal, nunca pensé en colgarlo, pero me ha dado por ahí. Se capta bien el ambiente. Lo grabé sin saber bien qué grababa porque lo hice con el brazo en alto y salió lo que salió. He intentado centrarlo pero no hay manera.


También en el Malecón conocimos a una familia con la que entablamos amistad, omito entrar en más detalles por respeto a ellos. Tienen dos churumbeles y una situación económica muy delicada.



Desde la azotea de su casa con unas vistas preciosas al Malecón. Sí, uno de los muros ya no existe, el otro está que se cae. Ésto son las casas de La Habana señores.

Corredor

La mayoría de la gente espera que les ayudes de una forma u otra. No te piden directamente (bueno, muchos sí) pero te empiezan a contar cómo viven y te mueven el corazoncito. Y una vez comprobando por tí mismo que lo que te cuentan es real (una casa más pequeña que mi salón, sin ventanas, sin cocina, sin baño. Unas escaleras de madera por donde apenas se puede subir sin que se desmoronen y donde no sabes cómo no ocurre una desgracia un día, un suelo quese hunde y sobre el que es necesario poner tablones por si las moscas, 10 euros de sueldo al mes, un niño enfermo sin que le hagan llegar medicinas...) pues todo lo que les puedas dar te parece poco para ellos. Digamos que se hacen amigo tuyo por necesidad, el turista es su única salida en un país que vive un estado policial, y en el que si te ven dándoles una bolsa o lo que sea se lo quitan.

A los españoles nos tienen cierta estima pues nos solidarizamos más con ellos, les ayudamos más que otros turistas a pesar de ser los más pobres de Europa y al fin y al cabo somos la "madre patria" como ellos dicen. Supongo que también el idioma nos ayuda a conectar mejor.

Los cubanos están discriminados en su propio país comparados con respecto al turista, por ejemplo en la heladería Coppelia, una de las más famosas de La Habana, ellos tienen que esperar interminables colas para entrar y sentarse, los ves en la calle esperando mientras un vigilante les da paso. Tú por ser turista entras sin problema alguno, sin esperar nada, eso sí, a otra parte, nada de mezclarte con ellos. Tampoco podían pisar un hotel, ahora se les ha levantado esa prohibición pero no pueden subir a una habitación - en otra entrada hablaré sobre el turismo sexual - aunque sí tomarse algo en el bar del hotel contigo.
Aún así la gente se desahoga como puede. Muy curioso ver unas discusiones todas las tardes en el Parque Central. Lo primero que piensas es que se están pegando, pero no, están discutiendo, cada uno en su grupo, sobre béisbol (pelota lo llaman allá). Es todo un arte, incluso para discutir tienen
las mismas reglas que para el béisbol, se dan toques de pecho y todo. Jamás llegan a las manos pero el murmullo de la discusión llegaba hasta la ventana de mi habitación. Es una costumbre que al que es de fuera asombra, porque parece que se van a pegar de un momento a otro de lo acalorados que se ponen, pero no. Es así la cosa. O se discute así o no se discute, que el béisbol se lo merece, sobre todo después de conseguir la medalla de plata en las Olimpiadas frente a Corea.

Discusiones sobre pelota a grito limpio


Podría hablar mucho más de la gente y sus costumbres. Cada mirada que eches alrededor allí te trae algo curioso.

Otra costumbre que me llamó la atención, la "compra" se sube por la terraza en todas par
tes, ¿para qué subir unas ruinosas escaleras cargados? Bolsa atada en cuerda hacia abajo y paquete para arriba. Sea lo que sea, todo se sube así.



Al menos veías diez bolsas subir y bajar todos los días. Y a la par que se sube la compra se saluda a la vecina.
Resumiendo, la gente es mucho más expresiva y abierta que en Europa. Mirad cómo celebran los novios su boda, recorriendo las calles a golpe de claxon saludando a todo el mundo.



Y por si os quedásteis con ganas de más fotos pues ahí van:








Dama de blanco.



El repartidor de cerveza Bucanero era de lo más pintoresco, con sus rastas. La cerveza muy buena, por cierto.

Y por supuesto el Che que no falte ni en la Iglesia.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

La Habana: una experiencia. PARTE I




VISION GENERAL


La Habana es una ciudad única, si tuviera que escoger un adjetivo eligiría "soprendente". Creo que me va a ser imposible transmitir todo lo que he visto y he sentido allí.

La sensación cuando llegas es inexplicable, al levantar la vista hacia las calles con esos coches tan antiguos, las casas tan antiguas también, tan destrozadas-es la palabra ideal- uno se siente como si hubiese retrocedido en el tiempo o acabase de acontecer una guerra. Todo en ruina, excepto los hoteles y los sitios turísticos. Sin embargo La Habana es una ciudad con una vida extraoridinaria. No hay hora del día o la noche en que no haya gente por la calle, no hay hora del día o la noche en que no resuene la música en alguna parte. La gente es muy alegre, lo cual no se comprende visto desde el punto de vista europeo observando la situación en que se encuentran. Ellos lo llevan en la sangre. Quizá les dé lo mismo estar contentos que tristes y escogen sabiamente lo primero.


Todas las casas están así, la gente vive sin ventanas, sin techo, sin paredes...pero increiblemente viven.

Había oído hablar de la pobreza de la gente en Cuba, pero no pensé que llegase a tal extremo. Si tuviera que escoger otro adjetivo aparte de sorprendente elegiría pobre, MUY pobre. No es de extrañar que las zonas turísiticas estén pobladas de "cazadores" o "jineteros" que intentan venderte puros ilegales y nada buenos, llevarte a comer a tal o cual sitio llevándose una comisión, llevarte a tal casa u hospedaje llevándose una comisión, llevarte en taxi ilegal a donde sea, llevarte en coche de caballos, llevarte en taxi oficial, llevarte en bicicleta, llevarte en coco-taxi, darte la murga con las maraquitas para que les sueltes dinero... Es agobiante.

Me he asqueado muchas veces en este viaje, me daban ganas de meterme en el hotel y no salir, pero en cuanto me asomaba a la ventana y veía la vida de la ciudad estaba deseando bajar de nuevo.

Hay una mafia montada en torno al turista que llega hasta la gente de la recepción de los hoteles, que en cuanto tienen oportunidad te cogen a solas y te piden que les compres puros o lo que sea.

Me he venido con la sensación de que el turista está para que le sangren, de todos los sitios a los que he ido éste ha sido el peor para eso. Por ser turista tienes la obligación de pagar absolutamente para todo, lo malo es que pagas a gente que no lo necesita, porque los que no viven en torno al turismo son los que se mueren de hambre. Pagas por ir al baño en cualquier parte-hasta en el hotel- en los que no hay ni papel, ni jabón, ni con qué secarte; pagas porque te guarden las maletas el día que te vas-en el hotel también-, porque te limpien la habitación- la chica te ha dejado ya el tercer sobre-. Si estás comiendo o bebiendo en alguna parte y tocan música en directo, mala suerte, paso de cestillo y a apoquinar. Y así absolutamente por todo. El turista paga por todo, y todos los que están alrededor del turista se llevan el dinero, y el Estado se lleva un dinero del turismo impresionante. Las entradas a los lugares turísticos son caras, pero ¿dónde repercute eso a la población? No se ve por ninguna parte.

Aparte cuidado con los timadores, a mí me llegaron a pedir dinero hasta por pasear por fuera de un castillo, vamos, hasta por mirarlo. En fin, supongo que la situación en que se encuentran fomenta toda esa picaresca, pero es realmente agobiante, no se puede pasear tranquilo excepto en las zonas que no son de turismo, que fue precisamente lo que hacía en cuanto tenía oportunidad.

En los restaurantes, sólo por ser turista tienes una carta especial, la del "sangrado" la llamo yo, luego te fijas que a los cubanos que se pueden permitir ir ahí, les dan una carta diferente. Yo quisiera haber ido a un sitio de población normal, pero no existe, todo es para el turista. Ellos no tienen más que puestos de bocadillos en la calle, al menos es lo que yo vi. Encontré mucha escasez de todo. Me pareció una ciudad difícil pero que al tiempo engancha.



Pasear por las calles era lo mejor, ver cómo vive la gente. Viven en la calle todo el dia. Los niños juegan con peonzas, con carros de rodamientos, disfrutan de una tormenta en bañador chapoteando en los charcos. Lo disfrutan todo a tope. Sin embargo aquí llueve y escondemos a los niños enseguida en casa. Qué vida tan diferente. Diría que ellos saben disfrutar mucho más que nosotros.

Carros de rodamientos con los que juegan los niños.


Chicos bajo la lluvia en las calles.


Uno de los mejores recuerdos que tengo fue el ver disfrutar a los niños en el Malecón mientras las olas saltaban al paseo. Como no tienen otra cosa ni apenas se pueden bañar allí, pues no hay playa en La Habana excepto a 20 km, y piscina sólo hay en los hoteles de turistas; se entretuvieron toda la tarde en chapotear en el suelo, tirarse en plancha a los charcos, recibir el agua, empaparse...Hacia mucho que no veía a unos niños disfrutar tanto, y sin consolas ni ordenadores ni cosas de estas. ME ENCANTÓ. Yo disfruté viéndoles disfrutar.



Apenas se ve a otro niño escondido refugiado del agua en el muro.




Volviendo del Malecón se puede pasear por los mercados de La Habana, que son casi todos de fruta. Las carnicerías tienen cuatro patas de cerdo y un trozo de carne, pues no tienen cámaras frigoríficas. Pescaderías no vi. Las tiendas tienen un paquete acá y otro allá para llenar mostrador y que no se note la escasez de productos. Luego hay alguna tienda para la "élite" donde los precios son parecidos a los de España. Impensable pagar eso una persona que gana 10 euros al mes, que es su sueldo medio, con lo cual para ellos todo es artículo de lujo, hasta un gel.


Este mercado era de los mejores que vi

La población tiene su cartilla de racionamiento y van a las "bodegas" como las llaman, a coger la ración que les corresponde en azúcar, café, aceite...pero que es tan poco que apenas les llega para subsistir. A partir de ahí los precios están desorbitados para ellos, imaginad comprar un champú de 2 euros (allí son CUC) si tu sueldo es de 10. Es como si ganases mil euros aquí pero el champú te costase ya doscientos euros, pues ¿qué pasa? que o te lavas o comes. Yo no podía creerlo, pero lo comprobé con mis propios ojos, así que cualquier cosa que les des es bienvenida, un gel a medias, un jabón usado, ropa...de todo. Ellos no pueden comprarlo. He llegado a España valorando mucho más lo que tengo y extrañándome de ver todo tan limpio y las tiendas tan llenas de cosas.

Gente haciendo cola en las bodegas.

En definitiva es la visión general que me he traído de allá, pero tengo muuuuchas más cosas que contar. No os libráis tan pronto.



Aún así La Habana me sigue pareciendo única mires a donde mires, a vosotros ¿no?


Si quieres seguir viendo más:Parte II
Parte III
Parte IV

Parte V